miércoles, 20 de enero de 2010

Seis camiones accidentados...¿culpables?

Por desgracia hablar de accidentes mortales en la carretera sigue estando de actualidad. Ayer la autopista AP7 estuvo varias horas cortada en su tramo anterior a la frontera debido a un gravísimo, mortal y lamentable accidente. Las televisiones y emisoras de radio se hicieron eco...La prensa escrita también, casi todos destacando el atasco y el corte de la importante vía de comunicación. También podía leerse que los vehículos implicados eran seis camiones pesados, que había sido algo parecido a un choque en cadena sin saber exactamente qué lo había motivado... En diversos medios electrónicos, ventajas de estas tecnologías, empezaron a verse los primeros comentarios del público. Que si ya se sabe que van siempre como locos, que si los camiones corren mucho, que si no hay derecho a que conduzcan así...Un accidente y seis camiones, muchos parece que ya habían dictado su particular sentencia. El culpable estaba claro.
Lo cierto es que el trágico accidente, que dejó heridos a dos de los camioneros implicados, uno de ellos hospitalizado, y terminó con la vida de una joven camionera de nacionalidad rumana, tuvo lugar en un tramo en obras, donde se estrecha la calzada y desaparece el arcén. Lo cierto es que rebuscando entre comentarios publicados en diversas webs uno puede hacerse una idea más aproximada de lo sucedido. Se hablaba de un turismo que con una rueda reventada quedó detenido ocupando uno de los carriles. Los primeros lo esquivaron, hasta que alguien no pudo cambiar a tiempo de carril y al frenazo siguió el trágico choque en cadena del que se informó en los medios de comunicación.
Quienes investigan en serio los accidentes a menudo nos hablan de varias causas como inicio. Probablemente si el turismo que sufrió el reventón hubiese disfrutado de un mantenimiento mejor no se hubiera producido ese desencadenante, si el tramo en obras ofreciera mejores condiciones los conductores hubiesen tenido más oportunidad de esquivar el obstáculo, si el tramo en obras contara con escapatorias o arcén el turismo averiado quizás no hubiera terminado ocupando un carril de una autopista, si todos los conductores hubiesen circulado a menor velocidad y conservando mayor distancia entre ellos no se hubiera llegado al choque en cadena...Vemos que las causas de un accidente son varias, las víctimas en este caso están claras; los profesionales del transporte que han resultado heridos, dos, y fallecidos, la pobre rumana. Sin embargo para el gran público los camioneros aparecen como culpables, en lugar de víctimas... Algo falla en la imagen de nuestro sector. Y tampoco debemos esperar que sean las administraciones quienes aclaren estos malentendidos, porque si se explicaran todos los factores a lo mejor alguien también debería responder por las condiciones de las vías por las que nos vemos obligados a circular.

viernes, 8 de enero de 2010

Después de todo no fue un año tan malo

Todos los que conducimos y, más especialmente quienes pasáis vuestra vida laboral frente al volante, tenemos motivos para celebrar la disminución en las cifras de mortalidad al volante registradas en las carreteras españolas durante 2009. Ha sido un drama, casi 1.900 muertos en accidentes. Sinó fuera por la normalidad con que nuestra sociedad encaja ese dramático goteo de vidas truncadas mientras se trasladaban en cualquier clase de automóvil, desde motocicletas hasta vehículos pesados, esa debería ser la máxima preocupación en nuestra sociedad. Si el país hubiese sufrido una guerra o ataques terroristas que hubiesen causado una cifra de bajas parecida, todos viviríamos atemorizados y sentiríamos éste como nuestro problema más grave.
Sin embargo, no es así. En las sociedades occidentales hemos interiorizado las muertes al volante como una especie de tributo asumible, algo que pagamos encantados a cambio de poder disponer de nuestros coches, poder divertirnos a lomos de motocicletas y poder transportar millones de toneladas a bordo de camiones de todo tipo. Así las cosas no podemos más que admitir que las múltiples medidas emprendidas desde las autoridades de tráfico, con el fin de disminuir a la mitad las víctimas mortales en accidentes de tráfico para 2010 han surtido efecto. Lo cierto es que en España no se registraban menos de 2.000 muertes al volante desde 1964, cuando el parque móvil nacional era de dos millones de vehículos, frente a los 31 millones que se mueven actualmente por nuestras carreteras. Radares, tacógrafos, cinturones de seguridad,limitadores de velocidad, controles de alcoholemia... Son partes de una política que a veces puede percibirse como cohercitivos pero que al final forman parte de un todo que ayuda a salvar vidas al volante. De hecho, en los últimos 5 años el cambio de mentalidad al volante ha ayudado a disminuir los accidentes con víctimas mortales, se estima que salvando durante dicho período a más de 7.000 personas. Eso sí que es un éxito. 1897 víctimas al volante todavía son demasiados, una ya lo sería, pero a parte de lamentar esa pérdida y el dolor que sus familiares sintieron debemos celebrar que entre todos estamos disminuyendo uno de los mayores males de nuestra sociedad. Quizás algún día logremos que el automóvil deje de cobrarse su sangriento impuesto y los accidentes de circulación con fallecidos sean algo tan noticiable como lo es hoy en día un accidente de aviación. Estamos en el buen camino para lograrlo.