miércoles, 26 de junio de 2013

¿Europeos de primera o alemanes de segunda? (26-06-13)

Últimamente no parece que Europa, no el continente geográfico sinó la supuesta Unión Europea, se esté rompiendo sinó más bien que nos la estén rompiendo en la mismísima cara. Aunque casos puntuales de abusos sufridos por algún transportista español por las rutas europeas surgen de cuando en cuando desde que los primeros Pegasos con placa TIR se atrevieron a cruzar los Pirineos, lo cierto es que de un tiempo a esta parte dichos abusos no sólo se empiezan a generalizar sinó que además parece que los llevan a cabo autoridades en ciertos países para congraciarse con sus compatriotas en unos tiempos en que el extranjero empieza a ser el culpable de todos los males. Y,claro, un transportista de internacional suele ser ese extranjero allá por donde circule, siempre a mano para que la autoridad abusiva de turno atropelle sus derechos para demostrar a su opinión pública que los peligrosos extranjeros se mantienen a ralla. Los abusos ahora llegan a modo de supuesta preocupación por la seguridad vial. En algunos lander alemanes parece ser que la policía está dispuesta a acabar con todos los camiones peligrosos y, por lo visto, el mayor peligro de un camión consiste en no lucir una bonita placa de matrícula alemana en su frontal. La última moda en las autobahn consiste en que una patrulla de carreteras recorra los aparcamientos a la búsqueda de un incauto transportista extranjero. Se le piden al vehículo los papeles y aún cuando estén totalmente en regla se le obliga a acudir a una ITV, alemana con técnicos alemanes según cánones alemanes, y se procede a inspeccionar todo el vehículo despreciando totalmente cualquier prueba de haber superado una ITV española que el transportista peligroso sea capaz de aportar, aquí peligroso puede aplicarse como sinónimo de extranjero. Hace pocas semanas un transportista explicaba como uno de sus vehículos había sido retenido varias jornadas en Alemania con este tipo de tretas. Al conductor le habían obligado a sustituir incluso varios neumáticos nuevos del vehículo y el camión había completado una factura de varios miles de euros en el taller. Abuso nos parece poco ante prácticas así. Si esto se generaliza hablar de libre circulación en la Unión Europea va a ser poco más que un ejercicio de cinismo. Alguna asociación de transportistas lleva ya años tratando de frenar estos abusos, se nos ocurre que un remedio sería circular por Alemania con un vehículo perfectamente alemán, sea MAN o Mercedes, enganchado a un semi fabricado en el mismo país compendio de la perfección técnica, equipado con neumáticos de la misma nacionalidad. Eso sí, manchando todo ese compendio de perfección técnica germana con una placa de matrícula insultantemente mediterránea, ya sabéis de un país como el nuestro de esos donde nadie trabaja, todos robamos y sólo pensamos en incumplir normas para fastidiar a nuestros socios de la Unión Europea... ¿Y si te paran? Pues denuncias a la marca del camión, a la del semi y a la de los neumáticos por ser incapaces de cumplir con una perfecta ITV alemana y, fin del problema, que se entiendan entre alemanes, que al menos hablan la misma lengua.

jueves, 25 de abril de 2013

España: ¿La otra Alemania? Con sus baches y sus peajes...

Aunque en los grandes medios de comunicación lo que sigue predominando es el eco de voces que machaconamente nos recuerdan lo mal que estamos enmedio de esta puñetera crisis, algunas veces entre las muchas plañideras mediáticas se pueden escuchar pequeños atisbos de esperanza. Son los que más que explicar lo que cualquiera saliendo a cualquier calle del país ya sabe, que estamos fatal, tratan de acertar a explicar como vamos a salir de ésta y a través de que medios... A estas alturas de 2013 parece claro que durante la última década hemos pasado del "España va bien" al "España se jodió" y lo único que está claro para la mayoría de parados, currantes y habitantes del país en general es que hay que espabilarse como sea para lograr llegar a fin de mes. Porque mientras los gobernantes parecen demasiado ocupados en cuidar las grandes corporaciones y tratar de contentar a la señora Merkel, más que de ver como anda el pueblo. Parece que de lo poco que en nuestra economía va funcionando destacan dos sectores: el turismo y la exportación tanto industrial, como es el sector del automóvil, como en la agricultura. Algunos expertos internacionales ya hablan de España como de una próxima segunda Alemania en el Sur de Europa, pues las empresas que han sobrevivido a esta quema a base de reducir personal, salarios y costes se están convirtiendo en organizaciones realmente competitivas a nivel internacional. Tenemos algunos ejemplos espectaculares, como el Grupo Inditex gallego, otros que no están mediáticamente tan de moda como pueden ser las factorías de Iveco en Madrid y Valladolid, la del Grupo Volkswagen en Martorell (BCN), las de Renault en Castilla y León, por no hablar de la huerta murciana, almeriense y de Levante... En definitiva que algunos en este país más que ponerse las pilas parece que no se las quitaron nunca y pequeñas islas de actividad existen en el país. Muchas más de los pequeños y exitosos ejemplos que mencionamos en estas líneas. Todos ellos tienen algo en común. En el mundo real, no en el que dibujaban los proyectos faraónicos de infraestructuras de todo tipo propuestas desde gobiernos ebrios de manejar presupuestos abultadísimos, esas exportaciones que pueden ayudar a sacar el país adelante dependen fundamentalmente de la carretera. Es decir, del camión y los transportistas que los mantienen en activo. Pues sí, ya lo véis, sóis un sector estratégico para la economía de un país que necesita soluciones económicas... Sin embargo, ¿qué recibe el transportista? Pues falta acuciante de crédito para renovar flota aunque no le falte el trabajo, amenazas de nuevas cargas impositivas, precios del gasóleo galopantemente fuera de control, multas a las asociaciones que tratan de mantener los precios sobre el coste por kilómetro... En definitiva un sector no precísamente mimado por los diversos gobiernos, tanto a nivel nacional, europeo, como autonómico. Una de las últimas aportaciones nos parece ya un auténtico choteo...En Catalunya a principios de 2013 se inauguró a bombo y platillo el desdoblamiento de la C25, la ruta entre Girona y Lleida, atajo para las exportaciones españolas hacia la frontera de la Jonquera. Eso sí, el doble carril iba unido a la promesa, casi amenaza vista la actual situación del sector, de implementar un peaje telemático para los vehículos pesados. Eso sí, lástima que tras cuatro meses de uso dicha nueva infraestructura mediática ya ha visto como baches de más de un palmo de desnivel obligan a situar en varios tramos un impresentable límite provisional de 80 Km/h... Fantástico...¿Verdad? Además, en la continuación lógica desde Girona hacia la frontera los gobernantes autonómicos catalanes deciden que los camiones son los culpables de años de tragedias humanas prohibiendo su paso por la NII a vehículos de cuatro ejes o más. La alternativa, con descuento, pero es una vía de pago. Un coste más para un transportista que no está en su mejor momento. En fin, que no queda más que felicitar al responsable de Transports de la Generalitat de Catalunya, Pere Padrosa conocido transportista en cuyo currículo encontramos altos cargos en entidades del transporte a nivel mundial, por lo bien que está cuidando a su sector. Se nota que el transporte es un sector estratégico y vital para la economía...¿O no?