miércoles, 8 de junio de 2011

Furgonetas: ¿Un peligro?

Según un reciente estudio del RACE cada año en nuestro país una cifra cercana a las 5.400 furgonetas se ven implicadas en accidentes de circulación con víctimas. De hecho al parecer la proporción de este tipo de vehículos implicados en accidentes parece ser que crece, pues si en 2005 las furgonetas sufrían el 4,6 del total de accidentes registrados en 2009 sufrieron el 5,4 por ciento del total de accidentes.
El citado informe del RACE destaca problemas de mantenimiento, al parecer se detectan fallos mecánicos y mal estado de los neumáticos con mayor frecuencia en furgonetas que los demás tipos de vehículos. El problema es de una enorme gravedad social puesto que durante el mismo año del estudio, 2009, fallecieron en España 147 ocupantes de furgonetas. El vehículo comercial se ha popularizado enormente, su sencillez de uso junto a su practicidad hacen que empresas de cualquier tipo los utilicen, incluso que muchos particulares los prefieran… Sin embargo, si hablamos desde la óptica de profesionales del transporte veremos que el segmento de los vehículos que no superan los 3.500 kilogramos de MMA destaca también por su control mucho más relajado respecto al de los vehículos pesados. Si conducimos cualquier furgón o camión con un MMA de 3.500 kilogramos más 1 gramo, nos veremos obligados a cumplir con los horarios de descansos a que nos somete el tacógrafo. Además se instalará un limitador de velocidad que nos impedirá circular a más de 90 km/h y encima la mayoría de ayuntamientos del país nos limitan fuertemente el acceso a las zonas de carga y descarga. Por si todo eso fuera poco, encima tendremos que obtener una licencia de conducción especial, C o C1 según el tamaño del camión elegido, lo cual encima implica la obtención del Certificado de Aptitud Profesional. Vamos, que visto así se explica la proliferación de tanto furgón de 3.500 kilogramos por nuestras calles y carreteras, vehículos que cualquiera puede conducir, que nadie te va a preguntar si llevas más de 10 horas al volante y a los cuales a veces, de vez en cuando, se somete a inspecciones de peso y documentación, pero bastante menos a menudo de lo que se hace con los vehículos pesados. Así las cosas no nos extraña que las furgonetas aparezcan en las estadísticas de accidentabilidad como uno de los tipos de vehículos cuya seguridad ha empeorado en los últimos años. La combinación de menor control, menor formación para sus conductores y poco control de pesos en carretera nos parece un cóctel tremendamente peligroso, que explica en buena medida esas cifras de víctimas mortales a las que nos referíamos al principio de este artículo.
Que nadie nos malinterprete, un furgón de 3.500 kilogramos es un vehículo perfectamente seguro, sea de la marca que sea. Pero un furgón de esos 3.500 kilogramos con una caja de carga de 17 m3 de capacidad lleno hasta el techo de mercancías pesa mucho más que 3.500 kilogramos. Y ese furgón, que ahora pesa cerca de 6.000 kilogramos, cuenta con la potencia suficiente para circular tranquilamente por autopista a la misma velocidad que cualquier automóvil. Su conductor tiene la misma formación y carnet que el de cualquier automovilista y encima ni limitador de velocidad ni tacógrafo le impiden correr a voluntad o retrasar el descanso…Lo extraño es que no se sufran todavía más accidentes.